La nube como herramienta de ciberseguridad
Hoy día la mayoría de asignaciones y proyectos se distribuyen en varios lugares y los equipos se coordinan con plataformas grupales comunes que les permiten compartir ideas en la Web. Esto solo es posible gracias a la Nube.
Uno de los principales cambios que trajo consigo la pandemia, sin duda es la forma de trabajar. La fuerza laboral de muchas empresas en la región centroamericana tuvo que adaptarse para hacer de sus hogares espacios adecuados para el trabajo. Sin embargo, luego de estos dos años, parece que el modelo de teletrabajo ha ganado aceptación y se visualiza como una opción que gran cantidad de compañías piensa adoptar por muchas razones, entre ellas el aumento de la productividad, conservar el medio ambiente y promover el descongestionamiento vial.
Durante el segundo trimestre del 2020, alrededor de 23 millones de personas estaban en teletrabajo en América Latina y el Caribe, detallan las estimaciones preliminares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según un informe de 2021 de la agencia We Are Social, la cual colecta información sobre la evolución del mundo digital a nivel global, a enero de 2021 había un total de 2.78 millones de usuarios de internet en Nicaragua, es decir que la penetración de internet en el país se sitúa en 41.7%, con un aumento de 362 mil (15%), en el número de usuarios de internet entre 2020 y 2021.
Este paradigma nos lleva a pensar que, para laborar desde casa, todo lo que se requiere es una computadora y conexión a internet con una velocidad adecuada. Pero obviamos, muchas veces, analizar si estamos sumando amenazas a nuestro ecosistema de ciberseguridad. Siendo el trabajo remoto la “nueva normalidad”, la Nube se transformó en la tecnología estrella, que permitió la colaboración de los equipos y le garantizó la continuidad del negocio a las organizaciones.
Son varios los factores que han demostrado que los avances tecnológicos son el combustible más importante que impulsan el crecimiento y desarrollo, destacando entre ellos “la nube”, que hace referencia al término anglosajón cloud computing, que apunta a la posibilidad de almacenar archivos en máquinas especializadas para estos fines ubicadas en algún lugar del mundo, que si bien no sabemos dónde están, podemos acceder a ellas a través de internet.
Para poder implementar un esquema de trabajo de una forma segura y controlada, resulta necesario comprender cuáles son los puntos más importantes que ofrece la nube. Se pueden mencionar diferentes aspectos que llevan a pensar en la adopción de herramientas cloud, como un beneficio para las organizaciones, pero desde ESET elegimos los siguientes:
- Las soluciones en la nube impulsan la productividad: para mejorar la productividad e impulsar el valor del negocio, es necesario adoptar un modelo de espacio laboral flexible, inteligente y colaborativo. Las soluciones en la nube pueden ahorrar mucho tiempo y trabajo, ya que la información se puede almacenar fácilmente en un solo lugar y se puede acceder a los documentos desde casi cualquier dispositivo inteligente. Otra opción es crear un entorno híbrido, que use soluciones tanto en la nube como sin conexión. Para esto, se recomienda hacer una copia de seguridad de los datos en un disco rígido además de en la nube. Al tener los datos importantes almacenados en dos lugares diferentes, disminuye la probabilidad de que se pierdan archivos en caso de un ataque cibernético.
- La nube ayuda a construir una red segura de trabajadores remotos que se administra con facilidad: tareas como actualizaciones, configuraciones de seguridad e implementación de soluciones de protección de datos, pueden administrarse en todos los dispositivos de la empresa a la vez y de manera remota desde un panel de administración basado en la nube. De esta forma, se podrá enviar un solo enlace a los colaboradores, pidiéndoles que simplemente hagan un clic para que comience la instalación del software. Al no tener que administrar cada dispositivo por separado, se ahorra mucho tiempo que puede ser utilizado para otras tareas.
- Reducción de inversiones de capital y escalabilidad bajo demanda: la nube evita realizar costosas inversiones de capital. Ofrece servicios de suscripción basados en el pago por uso, lo que permite presupuestar las necesidades como un gasto operativo continuo y solo pagar por lo que se utiliza. A su vez, también se pueden agregar o quitar licencias e infraestructura adicional, algo necesario para empresas de rápido crecimiento o de mercados muy cambiantes.
Como se observó en este último tiempo, el contexto y las necesidades pueden cambiar de un momento a otro. Es por esto que resulta fundamental poder adaptarse al entorno y a los esquemas de trabajo remoto o híbrido que se presentan hoy a nivel global. Las soluciones en la nube pueden ser una gran herramienta para implementar estos cambios de forma segura y minimizando los posibles riesgos que implica.
“Muchas empresas aceleraron su cambio al entorno Cloud, priorizando inversiones en iniciativas de transformación digital diseñadas para agilizar los procesos comerciales. Esencialmente porque las aplicaciones y los servicios en la Nube permiten dar soporte a la fuerza laboral remota y darle acceso a los recursos que necesita para su trabajo y los procesos de negocio que las personas movilizan, independientemente de su ubicación geográfica, pero sobre todo mitiga en gran manera las ciber amenazas”, comentó Marielos Rosa, gerente de Operaciones de ESET Centroamérica. En tal sentido las herramientas de trabajo colaborativo y comunicación en tiempo real en la Nube, por ejemplo, resultaron fundamentales para favorecer el trabajo de los equipos a distancia.