La Vicepresidenta de Nicaragua Compañera Rosario Murillo, reiteró el compromiso de la nación de no permitir jamás que la maldad y la destrucción vuelvan a sembrar odio en el país. Subrayó que Nicaragua, es un pueblo de Dios y se ha fortalecido a través de la historia y la victoria, luchando con fe y solidaridad para asegurar un futuro de paz y progreso para todos.
«Muy buenas tardes queridas familias de nuestra Nicaragua bendita, siempre digna, soberana, siempre hermosa, siempre plena de luz», saludó la Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta a las familias nicaragüenses.
Reflexionó que en «nuestra Nicaragua donde tratamos de ser cada uno de nosotros lo mejor posible, y hacer lo mejor posible, no estamos llenos de mezquindad, no somos mezquinos, no somos miserables, no somos odiosos, es decir, no cargamos odio, no cargamos mezquindad o miseria humana, y sobre todo sabemos que el que desea el mal a otros, y cuando se desea el mal a un pueblo entero, peor, ese mal se revierte, ley de la vida».
En ese sentido la Compañera Rosario recordó que «lo que uno desea a otros en términos de maldad, en términos de cultura de miseria humana, eso retorna, es ley de la vida, uno debe cuidarse, por inteligencia, por sensibilidad y por espiritualidad para desear que todos los seres humanos en el mundo entero evolucionemos y tratemos de ser lo mejor posible para hacer lo mejor posible, entendernos, trascender y sobretodo alcanzar la paz, el respeto, la armonía, la cooperación fraternal, solidaria, incondicional entre los pueblos y gobiernos del mundo».
«Inteligencia básica: siempre, siempre lo decimos y les decimos a aquellos que viven hurgando para desear males, aquellos que viven hurgando para hacer el mal, les decimos, cuídense, porque el que desea mal, recibe mal, y así es, uno no se cansa de ver la maldad, digo no nos cansamos porque sabemos que desgraciadamente es parte de cierta condición humana esa maldad que es fruto del odio, de la avaricia, de la codicia, la envidia».
«Y bueno, dice uno, parte de la condición humana que hay que trascender, que hay que superar, porque aquí venimos, también lo decimos frecuentemente, a este plano de vida venimos a aprender a querernos unos a otros, a respetarnos unos a otros, y a respetar los caminos que elegimos los pueblos, a respetar esos caminos, para incluso caminar juntos porque somos caminos de bien, son caminos de bondad, de generosidad, de hermandad. No son caminos de destrucción, no son caminos de odio, no, son caminos de construcción y son caminos de fraternidad, porque somos un pueblo cristiano, y el cristianismo nos mandata a amarnos los unos a los otros, no a odiarnos, a querernos los unos a los otros y acompañarnos solidariamente, no a destruirnos, no a quemarnos vivos, habrase visto, no a torturar y transmitir en las llamadas redes sociales a personas torturando, y torturando a otro», agregó.
Destacó que «¡Cuánta gente supimos que hasta los ojos le arrancaron! Y gente vinculada a sectores religiosos, le arrancaron los ojos a algunos compañeros, y aunque resulte increíble, todo eso vivimos, por eso también decimos ¡Nunca Más!, ¡Con Odio Nunca Más! Hay que avanzar, hay que trascender, hay que aprender y sobre todo hay que unir, unirnos, unirnos, porque todos juntos es que vamos adelante».
«Y bueno, siempre habrá quienes, en el caso nuestro, de Nicaragua bendita es siempre libre, ya no sean nicaragüenses. El otro día decíamos apátridas, mentecatos, y miserables, ¿y con esa escasa o nula calidad humana, qué se puede hacer? Bueno, creo que siempre se puede aprender y trascender, ojalá, ojalá, pero sépanlo ¡Con Odio Nunca Más!».
Añadió la Vicepresidenta que los nicaragüenses «venimos de vuelta de todo, vamos hacia el 45/19 y hemos vivido todas las circunstancias, todos los desafíos y hemos salido adelante porque somos pueblo de Dios con la fuerza infinita que nos da para luchar, para trascender, para vencer mal, para vencer el satanismo como al que quisieron imponernos, barbaries, salvajismo, maldad, pero bueno, pasó. ¡Y Ni Pudieron, Ni Podrán! Y no podemos, eso sí, olvidar, porque eso hay que tenerlo presente, precisamente para que jamás permitamos que se repita. Y para que jamás traten de repetirlo».
«Estamos en una Patria de todos y el que se considera nicaragüense, desea el bien para su pueblo, para su país, no puede desear el mal, no puede desear la destrucción, no puede seguir deseando detener obras de progreso, y no solo de progreso, sino de suma necesidad como los hospitales, como los centros de salud, como las escuelas, como los centros técnicos, como las universidades, contra todo eso se lanzaron, la crueldad se lanzó contra todo eso».
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«Esas huestes se lanzaron a quemar, a destruir todo lo que nuestro pueblo había venido construyendo con tanto esfuerzo, por necesidad, y por prioridad. Ya pasó, el pueblo venció luchando con las armas del bien, pero no olvidarlo, nunca, para que jamás intenten, o jamás permitamos que lo intenten o que repitan esos actos, esos actos de podredumbre humana, porque eso es lo que es, no hay otra palabra, cómo vamos a calificar semejantes actos o acciones de odio, es podredumbre humana».
«Y los seres humanos están aquí llenos de fe y sobre todo de confianza en Dios que es lo que nos permite trascender nuestras propias miserias, porque como seres humanos no somos perfectos, pero además conocer, luchar y vencer todas esas otras formas de miseria que quisieron imponernos, porque querían acabar con el progreso del pueblo y volver al saqueo inmisericorde de nuestro país, y a la entrega, a la entrega servil de nuestro país a intereses foráneos».
«¡Nunca más hermanos y hermanas! Es un compromiso de historia y victoria, ¡Nunca Más! Esas huestes malignas, diabólicas no podrán con la fuerza de Dios que está dentro de cada uno de las y los nicaragüenses dignos, buenos, bondadosos, generosos, alegres, como somos», finalizó.